
***De un hombre viejo enamorado***
(Décimas)
Empezaré con un grito
lo que debió estar callado,
pero el que está enamorado
bota reglas y lo admito.
Que me dañé un circuito…
Que ya me toca un asilo…
¡Que les pongo el alma en vilo
porque soy hombre maduro!
¿Acaso yo uso carburo?
¡Déjenme querer tranquilo!
Mis años sirven de mucho
así mi piel esté ajada.
Si aquí se halla mi llegada
¿Porqué yo siento que lucho?
No soy para nada pachucho
y vejez no son los años,
más carcomen los tamaños
de las penas cuando ahogan.
Mejor lo toman de eslogan
¡Viejo el mundo y los tacaños!
¿Es que más quiere el mozuelo
por su corazón novato?
Necedad la del cegato
si no aprende del abuelo.
Agárrenme de modelo
y eviten salir dolidos
porque en mí están reunidos
los surcos de las cosechas
que germinaron en fechas
y muchos tiempos floridos.
Si en mi porte tú te fijas
verás como he mejorado,
como el vino perfumado
por el roble en sus vasijas;
fuerte como las clavijas
de esa guitarra que toco
y donde hago poco a poco
los versos más primorosos
hechos con jades hermosos
y real amor barroco.
Testigo es la eternidad
cuando el amor es eterno
y se encierra en un averno
quien no acepta esa verdad.
Les doy mi realidad
para volverme un emblema
y eliminen el esquema
que al amor ha limitado
a quedarse represado
por reglas de su sistema.
Entonces aunque no quieran
yo voy a seguir queriendo
porque el monte sigue ardiendo
y es bueno que lo supieran.
Y aquellos que aun no toleran
que un viejito siga amando
mejor se me van buscando
agarrar la carretera,
ya que de mi primavera
Empezaré con un grito
lo que debió estar callado,
pero el que está enamorado
bota reglas y lo admito.
Que me dañé un circuito…
Que ya me toca un asilo…
¡Que les pongo el alma en vilo
porque soy hombre maduro!
¿Acaso yo uso carburo?
¡Déjenme querer tranquilo!
Mis años sirven de mucho
así mi piel esté ajada.
Si aquí se halla mi llegada
¿Porqué yo siento que lucho?
No soy para nada pachucho
y vejez no son los años,
más carcomen los tamaños
de las penas cuando ahogan.
Mejor lo toman de eslogan
¡Viejo el mundo y los tacaños!
¿Es que más quiere el mozuelo
por su corazón novato?
Necedad la del cegato
si no aprende del abuelo.
Agárrenme de modelo
y eviten salir dolidos
porque en mí están reunidos
los surcos de las cosechas
que germinaron en fechas
y muchos tiempos floridos.
Si en mi porte tú te fijas
verás como he mejorado,
como el vino perfumado
por el roble en sus vasijas;
fuerte como las clavijas
de esa guitarra que toco
y donde hago poco a poco
los versos más primorosos
hechos con jades hermosos
y real amor barroco.
Testigo es la eternidad
cuando el amor es eterno
y se encierra en un averno
quien no acepta esa verdad.
Les doy mi realidad
para volverme un emblema
y eliminen el esquema
que al amor ha limitado
a quedarse represado
por reglas de su sistema.
Entonces aunque no quieran
yo voy a seguir queriendo
porque el monte sigue ardiendo
y es bueno que lo supieran.
Y aquellos que aun no toleran
que un viejito siga amando
mejor se me van buscando
agarrar la carretera,
ya que de mi primavera
nadie me saca jalando.
Charles Valverde
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